A 10 años de la muerte de Carlos Montemayor
por Patricia Chávez.
La palabra pertinente, el olor de tu pipa. Tu voz pausada, cargada de contenido social, cultural, humanista, poética, melódica. Como escritor mexicano, luchaste por los más necesitados. Fuiste defensor de la letra congruente, de la letra con sentido.
Políglota, poeta, antagonista de la injusticia, de la segregación. Novelista, narrador, ensayista, poeta. Cronista de movimientos sociales. Tu gusto por la música tenía que ver con tu placer por la ópera y tus estudios como tenor con Roberto Bañuelas.
Hombre en el mundo, hombre del mundo.
Con tus obras más notables por nombrar algunas: Las llaves de Urgell, Guerra en el Paraíso,Arte y Trama en el cuento Indígena, Chiapas la rebelión, Los informes secretos. Y por su puesto Minas del retorno, de las mas importantes para Carlos Montemayor ya que hacía referencia a Parral, que era tu origen y lugar de identidad.
Nunca olvidaré tu sonrisa franca, tu mirada dulce.
Tu sincero abrazo, tu encanto al caminar; en el estar.
Presente en el tiempo, en tu tiempo. Consciente de tu don y nosotros agradecidos de que lo compartieras.
Lo hacías lucir, lo traías contigo a donde quiera que fueras, hicieras lo que hicieras. Toma de lo que somos y guárdemelos en el tiempo con los recuerdos. Largas tertulias compartiendo contenido, libros, temas…tantos temas. De política, de gente sin privilegios, de gente con privilegios que no los hacían valer. De arte, de melodías.
Bendito el espacio de mi tío Armando y su avidez por literatura. Él nos presentó contigo.
Años pasaron y cuando nos volvimos a encontrar nos sentimos hermanados, cómodos, en casa.
En la casa de tu amigo, de tu hermano por la pasión a las letras. Una de las casas de mi niñez, mi juventud. De mis risas, mis lágrimas, mis hermanos postizos, mis tíos, mis padres. De la música en alto, los tragos y las conversaciones eternas.
Casa con la biblioteca más usada, estudiada, leída y releída. Biblioteca que amplió los textos de mis maestros de escuela, la que retó mi capacidad de entender otros pensamientos, otros espacios, otros caminos. Biblioteca deBorges hasta Rulfo; de Dostoievski a Leñero y tantos muchos más.
En esa casa acompañados por un gato con nombre de escritor, o por un perro llamado como físico/matemático. (Borges y Newton respectivamente) Toma de lo que somos y guardémoslo en el tiempo con mis recuerdos; porque tú ya eres recuerdo en nosotros. Tu cuerpo se vuelve a la tierra que te gestó, tu espíritu regresa al firmamento de donde se inspiró.
Tus palabras suenan y resuenan en cada persona que te lee, te leyó y te leerá.
Tus indígenas cantarán por tu alma, tus alumnos tocados están por tus bríos.
Tus seres queridos quedamos impregnados de tu esencia.
Tu calor, tu sonrisa, tus pasos, tu voz, tu mirada, tu perfecta estatura. Esas, son las que extrañamos…son las que hoy lloramos. …
Yo lloro en especial por el libro que jamás me dedicaste. Aunque a diferencia de muchos de tus admiradores llevo en mí nuestras tardes, nuestras conversaciones, mis oídos atentos a tu ilustrada oratoria, tu creación y tu agudo humor. Pero no tu dedicatoria en un libro de Montemayor. Hoy tomo de lo que fuimos, lo guardo en el tiempo de mis recuerdos, en el libro de mi Vida, para suplir tu dedicatoria ausente en una de tus creaciones. Tomo de lo que fuimos y lo recreo en el presente.
Tu libro sin dedicatoria me deja la gran lección:
-Amar en el momento, besar en el momento, cambiar en el momento, reír en el momento, de atesorar en el momento; y no esperar nunca más para pedir una dedicatoria.
-En el momento, o quizá no haya otro momento para hacerlo- Tomemos de lo que fuimos, de lo que ahora somos y guardémoslo en el tiempo como el recuerdo de 2 seres excepcionales que comulgaron profundamente en un periodo mágico; que seguramente se volverán a encontrar para departir vivazmente como en esos días de casa del tío Armando. Descansa en Paz Carlos Montemayor, descansa en Paz mexicano. Satisfecho por tu genuino sello que queda en tus libros, tus cantos. En tus causas. Tomaré lo mejor de ti, lo tomaremos todo (todos) No poco, no parte: ¡Todo!!!
Yo, para ser mejor y más armada como mujer en el mundo.
Tu mundo, el que hace pocos días se despidió de ti y tu obra.
Formas parte de los grandes aprecios que me componen. Espero habértelo podido transmitir la última vez que de frente nos abrazamos y compartimos. ¡Que placer haberte conocido!
Tomaré de lo que fuimos para hacerte presente cada vez que lo necesite.
Patty Ch Marzo, 2010
Fuentes:
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