Por Beatriz Chávez
Microcuento
La ansiedad quería ser su amiga, pero era el tipo de amiga que ella no quería por ser insistente y asfixiante. La acosaba a cada paso, cada pensamiento cada sueño… hasta que un día la miró por primera vez a los ojos, la abrazó y le susurró después de un eterno silencio: “Te reconozco y te acepto… seremos amigas y superaremos todo lo que venga con calma y unidas”.
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